Hemos llegado al tiempo en que lo
mejor que se puede hacer por la humanidad es integrarnos todos solidariamente para
resolver los problemas comunes que nos afectan.
El intervencionismo aun de moda
por parte de los imperialistas no resuelven ningún problema y baste recordar la
tesis del cabo alemán de la última
guerra prusiana quien dijo que: ejercito que no gana la guerra la pierde.
Integrarnos solidariamente y
unidos por el propósito común de construir un mundo mejor donde todas las especies
podamos vivir de acuerdo a las leyes naturales y no a las imposiciones de los
fuertes sobre los débiles que a lo largo de la historia humana no ha probado
otra cosa que la destrucción de la
humanidad, del reino animal, vegetal y mineral, es nuestro deber.
Es trágico lo que pasa en el
mundo, los drones imperialistas asesinando a gente que nada debe, interviniendo
naciones donde asesinan a cientos de miles de gente indefensa, sembrando la destrucción
en dichos países y llevando también el dolor a la ciudadanía estadounidense la
cual ve caer a sus hijos e hijas por guerras
cuyos motivos ignoran.
Ayer leí que una bestia llego a
la casa en Tres Ceibas y partió a machetazos a su propio niño de menos de dos
años y así la corriente imparable de sangre en un país donde hasta los policías
se han hecho portadores de la palabra de Dios para tratar de detener y así también
saludar el esfuerzo del gobierno y la iglesia en su lucha contra la violencia.
Todo este caos que vivimos en el
mundo se debe a la falta de justicia social, a la falta de educarnos para lo
que verdaderamente necesitamos siendo lo más importante los valores que nos conduzcan
a pensar de una forma diferente y no aprovecharnos de la humildad y debilidad
de los pueblos para explotarlos, sencillamente para vivir en orgía
permanente.
El hecho de que unos pocos tengan
lo que no necesitan y los muchos no
tengan lo que en realidad se necesita para una vida digna, es el principal
problema de la humanidad. Si los hombres crearon los códigos de las armas
nucleares, en la época cibernética en la
que vivimos en la actualidad no está lejos que algún joven brillante recodifique
esas armas para que no exploten y volverlas obsoletas por lo innecesarias que
son.
La humanidad somos lo que
defendemos. Cuando dejamos de defender los elementos de la vida, la vida
desparece y reina el caos. La economía no es la que causa los problemas, sino
la forma como se administra y ejecutan los principios económicos y no hay tal revolución
si no se lucha por la justa distribución de las riquezas de cada nación. Lo demás
es propaganda ilusoria, bata y acientífica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario