Siempre teñidos de sangre y abiertos
con sufrimiento, los caminos del pueblo se deben caminar con la frente en alto interpretando
el pasado, asegurando el presente y viendo hacia el futuro.
Son los caminos palestinos , de Bagdad, Cuba,
Nicaragua, Guatemala, El Salvador, Venezuela, Ecuador, Vietnam, los caminos del
México expoliado. Son los caminos de los Tupamaros, los caminos de la Sierra,
el Llano y las calles ensangrentadas de nuestras ciudades, de de nuestros pueblos originales as, de nuestros
centros educativos, fábricas, son los caminos de la Revolución.
Deben construirse con pilares donde la ideología y la práctica de la misma sean
donde descanse la educación para la libertad
y la justicia social de nuestros pueblos.
Hay que caminarlos aunque sean
resbaladizos y orillados de precipicios, hay que recoger de ellos el valor
significativo de nuestros caídos, el llanto de nuestros niños hambrientos y de nuestro pobre pueblo, el llanto de nuestras
hermanas pariendo en las calles por falta de hospitales y el dolor de nuestros
abuelos desprotegidos.
Luchar por formarnos como el ser nuevo con que soñara el Che, actuar siempre
reflexivos como Fidel, ser el ser para sí lleno de proyecciones sociales y no
el ser en sí, pancista e individualista.
El imperialismo en su locura armamentista
de expansión y dominación amenaza con la destrucción de la especie humana y de
la ecología natural, detenerlo es deber de la humanidad si es que queremos
sobrevivir y formar un mundo nuevo donde las guerras de rapiña desaparezcan
dando lugar a una nueva sociedad.
Si te equivocas corrige, es lo
que a diario se hace lo importante y hay que hacerlo con objetividad, hay que
ser estudiosos de la coyuntura permanente, preguntar si no estás
seguro y asegurarte que la respuesta sea la mejor.
Los pueblos que no se educan no
pueden desarrollarse, debemos de educarnos para la justicia, el progreso y la
paz, debemos ser críticos de nosotros mismos antes de criticar debemos de
examinar a diario nuestra conducta y nuestra participación.
Nadie tiene derecho a hacer mal
las cosas ahora, por lo que hizo ayer, las glorias no son eternas, todo es
actualidad y futuro con las enseñanzas del pasado, debemos bien venir a quien quiera hacer algo positivo, la revolución
no puede ser excluyente, le pertenece a los pueblos y no a individuos
particulares, es la colectividad la que debe primar.
Los caminos del pueblo por difíciles
nos enseñaran a caminar siempre con la frente en alto.
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