TERCER CONGRESO DE LA URNG:
UNA VEZ MAS EL FATAL
ELECTORALISMO
El fin de semana del 24 al 26
de agosto se celebró, en un lujoso hotel de ciudad
Guatemala, el tercer Congreso de la antigua guerrilla Unidad
Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG). El evento se
llamó Treinta Años Forjando la Unidad, y en
él se planteó la redefinición de
métodos, estrategias y programa político, con
el fin de recuperar la fuerza y la influencia que tuvo el
movimiento guerrillero en los años del conflicto
armado interno. Todo ello como preparación para el
próximo proceso electoral del año
2015.
Desde que se
convirtió en una organización política
legal después de la firma de los Acuerdos de Paz, la
URNG adoptó como única estrategia la
participación electoral. La forma en que se dio la
desmovilización y el desarme provocó el
descontento de muchos militantes, que abandonaron la
organización. Por otro lado, nunca se
emprendió un trabajo organizativo significativo entre
las organizaciones sindicales y campesinas que incrementara
paulatinamente una base de apoyo electoral, y que a la vez
impulsara las luchas populares. Las organizaciones de bases
en las que tenía influencia la guerrilla fueron
abandonadas a su suerte y entraron en un proceso de
convertirse en ongs, dependientes del apoyo financiero
extranjero.
Por otro lado,
las rivalidades existentes entre los excomandantes
guerrilleros condujeron a la salida de los ex integrantes de
las Fuerzas Armadas Rebeldes, comandadas por Pablo Monsanto,
que formaron la Alianza Nueva
Nación.
Esta cadena de
errores se ha reflejado a través de los años
en pobres resultados electorales: en 2003, la URNG
logró el 2.58% de los votos (69,297); en
2007 URNG-Maíz tuvo el 2.14% (70,080), y la ANN el
0.6%, por lo que perdió su legalidad; en las
elecciones de 2011, en la alianza llamada Frente Amplio, con
una reconstituida ANN (ahora Alternativa Nueva
Nación) y WINAQ de Rigoberta Menchú, la
izquierda electoral ascendió a un 3.27% de los votos
(146,287).
Sin embargo, la
alianza con WINAQ implicó un giro a la derecha, con
un discurso cada vez más flojo y menos beligerante.
En sus inicios, el Frente Amplio prometía ser una
alianza de izquierda seria y orientada a las luchas
sociales. Sin embargo, la decisión
antidemocrática de aliarse con Menchú condujo
a una ruptura con los sectores más consecuentes del
FA (entre ellos el Frente Nacional de Lucha) y dio paso a
una campaña electoral mediocre. La fragilidad de este
Frente Amplio se evidenció en la segunda vuelta
electoral, cuando Menchú, ANN y algunos
líderes de URNG decidieron dar su respaldo al
candidato burgués Manuel Baldizón frente a
Pérez Molina, mientras que la dirigencia de URNG se
abstuvo de apoyar a los candidatos.
El congreso
pretende ahora replantear una nueva unidad de la izquierda,
siendo que continúan ausentes de las luchas sociales
y están desprestigiados ante la izquierda más
consecuente. Además, la experiencia con la izquierda
electoral centroamericana en el gobierno es totalmente
deplorable. El FSLN en Nicaragua representa a una nueva
burguesía. El FMLN en El Salvador ha tenido una
actuación nula y está aliado con sectores
burgueses emergentes. En Honduras La izquierda le ha
claudicado al grupo burgués liderado por Manuel
Zelaya, priorizando lo electoral y abandonando a su suerte
las luchas sociales.
Es el momento de
redefinir la izquierda revolucionaria guatemalteca y
centroamericana, haciendo esfuerzos unitarios no en torno a
las elecciones, sino en torno a las luchas populares. El
PSOCA está dispuesto a impulsar este esfuerzo de
redefinición, desechando el reformismo, oportunismo y
electoralismo imperantes.
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