La fragua está
encendida, debemos de pronunciar la
llama de tal forma que ni el más numeroso ejército de traidores sea capaz de
apagarla.
El presente es un vórtice, es el centro del tornado de la libertad y
es deber de la juventud latinoamericana montarse en los hombros de los viejos
revolucionarios para ver la senda que nos falta que recorrer, los terrenos que
debemos de arrebatar y mantener donde las nuevas generaciones puedan construir
en tierra firme, en la tierra de nuestros ancestros que es por herencia y
derecho natural nuestra tierra. Harta está la tierra de invasores, la limpia
comenzó con la Revolución Cubana y es nuestro deber alimentarla, protegerla con
nuestras vidas si es que queremos que la cosecha sea duradera.
Los colores del
arcoíris
bolivariano se extiende desde la tierra
Inuit a la Tierra del Fuego, la pluma encantada de José Martí toca con
el abecedario de la libertad, las puertas indoamericanas, la Pedagogía
emancipada de Paulo Freyre se adueña de los pizarrones de nuestra
escuela
ambulante, las aldeas universitarias se iluminan en la cresta andina y
los fusiles del pueblo
apuntan permanentemente hacia el Norte. Es la Hora de la Raza
Originaria, Es
Nuestra Hora. Nuestros brazos están unidos como un gigantesco roble de
montaña
abrazando a todo el pueblo, no hay tiempo que perder: Bolívar nos llama,
América nos llama, la voz de nuestros ancestros emplumados nos indican
los
caminos. Desde el Macchu Picchu, desde el
Monte Santa Helena, desde Arauca, desde Izalco, desde la Manigua
Fidelista,
desde el Momotombo, desde el Irazú, desde las Segovias, desde el Pacaya,
desde
Niquinomo, desde Teotepeque, desde Tenochtitlán nuestra raza emancipada
se levanta en armas, nada será
capaz de detenernos. No hemos nacido para morir, hemos nacido para
luchar y
triunfar, no hemos muerto para sucumbir, simplemente hemos esperado el
momento
para levantarnos armados de nuestros
viejos tatuces eternales. Es el tiempo de los verdaderos comandantes, el
tiempo
de los artistas de sangre, comprometidos
con sus pueblos, el tiempo de los verdaderos líderes, de los líderes
sabios, es
el tiempo de Fidel, del Che y Chávez, el tiempo de Anastasio Aquino y
Farabundo, es el tiempo de los Mayas y
el tiempo de Tupac, el tiempo de los comandantes eternales y de la
guerrilla
permanente, el tiempo por 518 años esperado.
Los traidores serán juzgados, el juicio y la condena inapelable ha
comenzado. Ah de los que no oyeron el llanto de los niños, los que no sintieron
el hambre de los niños, los que nunca respetaron a nuestros sabios ancianos,
los violadores de sus propias hermanas, los parricidas y magnicidas, los
feminicidas, los vende patria, los
sabuesos y falderos, los enemigos de ellos mismos, las bestias hijas del engaño!
Ejército que no gana la guerra, la pierde. Esa es una ley básica de la
guerra y el imperialismo en su aventurerismo voraz no ha ganado una sola
guerra, de ahí que nuestros países deben demandar la reinversión de la
perecuación de ganancias por parte de
las transnacionales, efectuar reformas fiscales profundas y las fuerzas
productivas deben de proceder al
apropiamiento de los instrumentos y medios de trabajo que haga efectivo
el repartimiento de los bienes nacionales de forma justa y equitativa y en
términos políticos, se debe fundar un
solo Partido Revolucionario Latinoamericano y del Caribe (PRLC), un solo ejército, con una sola Comandancia Revolucionaria
Latinoamericana y del Caribe (CORELA) que sean capaz de
defender la soberanía de Latinoamérica y del Caribe.
La crisis del sistema es profunda e insostenible, las guerras
aventuraras actuales no son nada más que muestras de desesperación, se
globaliza y socializa el hambre y se
capitalizan ganancias, la humanidad está desesperada y en peligro, es hora que
verdaderos lideres la lleven al triunfo de la Paz y La justicia Social sobre el
sistema explotador. No es tiempo de ver sólo la micro, sino la macro política.
Juventud: Habéis visto los signos de la tierra? Los rascacielos se derrumban mientras los
ranchos permanecen, los grandes empequeñecen y los pequeños crecen, los pueblos
se unen y los explotadores enloquecen, los soldados que el imperialismo llevó forzados a la
guerra, vuelven y se unen a movimientos
pacifistas y denuncian a sus propios países Fidel se eterniza mientras los sátrapas
perecen, no nos equivoquemos, Juventud: La Hora de Latinoamérica y del
Caribe ha Llegado!
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