Seres como Hato es lo que necesita la patria, personas que
han hecho de su vida una permanente experiencia educativa y la han
puesto al servicio de las ocupaciones que la vida les da o el destino
les impone.
Delinear la estrategia de un gobierno en las circunstancias
históricas en que el actual gobierno llega al poder no es cosa fácil y
salir avanti en la cotidianidad de dicha estrategia, es la síntesis del
buen trabajo.
Ahora, designado como Ministro de Educación, Hato, sin
lugar a dudas; no sólo profundizará los programas socio-educativos en
marcha, sino que su capacidad y visión lo llevarán a la búsqueda de
nuevos horizontes didáctico-pedagógicos cuya teleología nos lleve a
elevar a nuestra escuela a los niveles tecno-científicos y
humanísticos que la actualidad reclama.
Sociólogo, periodista, filósofo con una experiencia
académica envidiable, llega al Ministerio de Educación a hacer lo que ha
estado haciendo y hace: dirigir la planificación estratégica de la vida
de la nación desde la SAE y el Ministerio de Educación.
Tenemos un Plan Social educativo que incluye la Escuela a
Tiempo Pleno, una campaña nacional de alfabetización que habrá que
profundizar, los programas sociales escolares, así como llenar un
archipiélago de lagunas existentes en Planificación y Ejecución
Educativa, lo cual demanda no sólo entrega y sacrificio, sino
inteligencia para hacerlo.
Hay muchas cosas que se pueden hacer sin ocasionar gastos
al presupuesto i.e., Círculos de Hermanos y Hermanas Mayores quienes
pueden ayudar para reforzar el trabajo de aula, Círculos de Estudio de
Pensamiento Crítico Magisterial y en los niveles escolares superiores,
Policía Escolar Voluntaria y llamar a todo el Cuerpo Diplomático
Salvadoreño en especial a los Agregados de Prensa y Cultura para que
recojan y transmitan la experiencia educativa de los países donde nos
representan y un gran bagaje de ayuda, si nos ponemos en contacto
directo con la Academia Internacional.
En educación no podemos esperar milagros ni cometer
errores, ya que ello lo pagan los pueblos de forma generacional y
recordando a Kant “Solamente por la educación el hombre llega a ser
hombre, no lo es, sino lo que la educación le hace”.
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