En América Latina
la poesía es el estado natural del espíritu
Álex Pausides, presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba,
recordó en el cierre del festival la vocación de servicio de los
creadores:
500 años de abandono es un fardo difícil de remover, pero si los pueblos intentan hacerlo, tenemos que estar junto a ellos, expresó
El presidente de Casa de las Américas, Roberto Fernández Retamar, y
Aitana Alberti, presidenta honoraria del encuentro poético, estuvieron
presentes en el cierre del encuentroFoto Mónica Mateos-Vega
Mónica Mateos-Vega
Enviada
Periódico La Jornada
Domingo 27 de mayo de 2012, p. 2
Domingo 27 de mayo de 2012, p. 2
La Habana, 26 de mayo. Luego de las decenas de
lecturas de poesía en barrios, colegios, universidades, hospitales y
provincias, llegó el momento de reflexión para los poetas participantes
en la edición 16 del Festival Internacional de Poesía que año con año se
celebra en esta capital.
El cuidado del medio ambiente, la lucha contra la discriminación racial,
la recuperación de la memoria histórica, así como la defensa de la
libertad y la justicia, fueron los ejes sobre los que giró el Encuentro
Mundial de Poetas Por la Paz, colofón de la reunión que durante una
semana inundó Cuba de versos.Liderados por el Festival de Poesía de Medellín, ha ido tomando fuerza, muchas veces en las más precarias condiciones, un movimiento que se sustenta en la fuerza transformadora de la poesía y la vocación de servicio de los poetas, afirmó Álex Pausides, presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, al inicio de la sesión.
El también coordinador general del festival, resaltó que
en nuestra América, los poetas vivimos el desafío que lanzan las mayorías, tanto tiempo excluidas, silenciadas o ignoradas. Quinientos años de abandono es un fardo difícil de remover, pero si los pueblos intentan hacerlo, los poetas tenemos que estar junto a ellos.
El escritor, acompañado por Roberto Fernández Retamar, presidente de Casa de las Américas, y Aitana Alberti, presidenta honoraria del encuentro poético, llamó a sus colegas provenientes de diversos rincones del planeta “a trabajar juntos en la más absoluta diversidad y en el respeto a las diferencias que hacen más fuerte nuestro propósito en la configuración de un mejor destino para los hombres y mujeres de nuestro continente y el mundo.
“Severa, enojosa a veces, es la tarea: explorar vías de cooperación, incentivar, concretar proyectos personales, acciones propias o concertadas, regionales o globales, privilegiar la formación de públicos entre los niños y jóvenes, sustentar proyectos editoriales en todo soporte.
“Es verdad que al poeta, para hacer su trabajo, le bastan las palabras. Pero para mejorar el mundo en el que vivimos es necesario que la palabra se sustente en una postura ciudadana sin politización, con la más elemental comprensión del ser humano, y un sentido común que conjure el peligro de un regreso a la edad de piedra.
“En Nuestra América, a pesar de estar convencidos de los severos límites
de la acción poética, creemos que aunque sea con palabras, hermosas o
terribles, de muchas alternativas disponemos aún para concretar las más
sencilla de nuestras ambiciones: que la poesía sirva a los demás, y a
nosotros mismos, en la creación y el gozo de la belleza que la
naturaleza y la civilización han sabido acumular y preservar.
Pausides añadió que en América Latina
Otras de las últimas actividades del 16 Festival de Poesía de La Habana consistieron en la presentación del Libro verde de Cuba, editado por el Instituto de Cultura de Tabasco (México). También se realizó una tarde dedicada al país en la Casa Benito Juárez, ubicada en La Habana vieja, con la proyección de un video acerca del son jarocho de la región de los Tuxtlas, Veracruz, así como la lectura de poesía a cargo de los mexicanos Isabel Cristina Murrieta, Leticia Luna, Lina Zerón y Ricardo Baldor.
Con un homenaje a José Martí, presentación de poemarios, talleres de escritura, música y lecturas hasta en supermercados, la maratónica jornada sabatina del Festival de Poesía de la Habana obsequió un intenso adiós a los participantes en el encuentro literario.
En tiempos difíciles los poetas, más que necesarios, son indispensables. Ser poeta en tiempos difíciles significa prestar atención para nombrar las cosas que vendrán. Nombrar lo sagrado, lo que fuimos y lo que seremos. Poetas, no hay una segunda oportunidad para el milagro de la vida en el universo, debemos estar alertas.
Pausides añadió que en América Latina
la poesía es el estado natural del espíritu, nuestras naciones entraron a la historia de manos de los poetas. La poesía y la imaginación delinearon nuestro destino como pueblos, muchos de nuestros más grandes hombres de acción lo eran también por la grandeza de su espíritu, nuestra poesía expresa un modo singular de estar en el cosmos. Por tanto, su existencia ha devenido un hecho natural entre nosotros.
Otras de las últimas actividades del 16 Festival de Poesía de La Habana consistieron en la presentación del Libro verde de Cuba, editado por el Instituto de Cultura de Tabasco (México). También se realizó una tarde dedicada al país en la Casa Benito Juárez, ubicada en La Habana vieja, con la proyección de un video acerca del son jarocho de la región de los Tuxtlas, Veracruz, así como la lectura de poesía a cargo de los mexicanos Isabel Cristina Murrieta, Leticia Luna, Lina Zerón y Ricardo Baldor.
Con un homenaje a José Martí, presentación de poemarios, talleres de escritura, música y lecturas hasta en supermercados, la maratónica jornada sabatina del Festival de Poesía de la Habana obsequió un intenso adiós a los participantes en el encuentro literario.
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