La gran reserva forestal pinareña Mil Cumbres abarca 17 mil hectáreas, la mayoría de ellas cubiertas de formaciones boscosas, con predominio de los pinares
Distinguida como una de las zonas de mayor endemismo en Cuba, Mil Cumbres abriga hoy a rarezas como la Palma corcho y a 62 especies vegetales con diferentes grados de amenaza.
La gran reserva forestal abarca 17 mil hectáreas, la mayoría de ellas cubiertas de formaciones boscosas, con predominio de los pinares.
En la extensa área protegida sobrevive una colonia de Palma corcho (Microcycas calocoma) compuesta por 120 ejemplares, confirmó a Prensa Latina Sacarías Hernández, jefe técnico de ese paraje.
Considerada un fósil viviente por su antigüedad, la valiosa planta resulta uno de los principales atractivos del sendero Regreso al jurásico, recorrido por amantes de la naturaleza provenientes de varias regiones de Cuba y otras naciones como Canadá, Francia y Reino Unido.
El experto comentó que esa población subsiste asociada, fundamentalmente, a ecosistemas de mogotes.
Paralelamente a la preservación de la joya botánica, los especialistas del lugar desarrollan proyectos conservacionistas para favorecer la perpetuidad de variedades arbóreas como el Nogal del país, apreciado por sus poderes medicinales y la calidad de su madera, así como el Cuajaní, de hasta 20 metros de altura y similares beneficios.
Entre las estrategias para incrementar sus poblaciones sobresale la recolección de semillas y la creación de viveros donde crecen las plántulas hasta el posterior traslado a su hábitat, explicó Hernández.
Tanto el Cuajaní como el Nogal del país habitan preferentemente en los bosques húmedos de las montañas.
La palma Trinax yuraguana, de diminuta talla, así como la Phania Cajalvanica, una hierba curativa que sustituye a la manzanilla, destacan también como reliquias de ese escenario, pues viven exclusivamente dentro de esos predios.
Solo en la ladera sureste de la meseta de Cajálvana existe 0,06 por ciento de endemismo local por cada kilómetro cuadrado, valor significativo para la isla, subrayó.
Controlar especies invasoras como el marabú devino igualmente prioridad de los científicos locales.
Dentro de ese programa —agregó el estudioso— se incluye además a la mangosta y al gato jíbaro, cuya proliferación pude poner en peligro el equilibrio del ecosistema al depredar reptiles y aves que anidan en la tierra, entre otros moradores del bosque.
Con su núcleo en el municipio de La Palma (180 kilómetros al oeste de La Habana) Mil Cumbres comprende áreas de la provincia de Pinar del Río y la vecina Artemisa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario