Anna Gonzalo Jaurena
Estamos a 12 de Abril. Hace diez años miramos por pantallas como se apoderaba del fascismo oligárquico del poder. Desapareció al día siguiente la junta miserable de Carmona pero su lógica oscura siguió perdurando como el modus vivendi de una contrarevolución viva. Y solo viva porque ni en aquellos días ni todos los sucesivos desde entonces se ha podido acumular una voluntad transformadora y autogobernante con suficiente brio como para emprender realmente un quiebre revolucionario en nuestro país. Se cristaliza en el poder una cúpula de lenguaje radical revolucionario pero vastísimas de sus partes siguen reproduciendo la política reactiva dirigida exclusivamente al bloqueo y desaparición de cualquier virus auténticamente subversivo y anticapitalista. Lógico y hasta necesario para aprender algo de los antagonismos primarios en que se mueve todo proceso de libertad, pero al mismo tiempo un toque de rabia superior cuando vemos a figuras de la talla del presidente legitimando tales sujetos. En fin el Estado es uno y la revolución, si la hay, una sola multitud, y si no se fabrica tal cosa gana el primero, sea el que sea quien esté a la cabeza del patriarcal Estado. (más…)
Publicado por: Lisette