Debemos cambiar, tenemos que cambiar no sólo para vivir humanamente, sino para evitar el exterminio de la humanidad.
A nivel internacional la destrucción del eco sistema causará que las armas nucleares ya que no se necesitarán para exterminar a la humanidad, es la humanidad la que se está auto destruyendo.
Días trágicos vienen con el calentamiento global. Días cuando el ártico llore más y sus corrientes heladas choquen con las corrientes calientas tropicales, produzcan terrible terremotos y las ciudades litorales de la tierra sean tragadas por los maremotos.
Días de estío permanente. Seca la tierra, llena de cárcavas, nada germinará. Todo va a ir muriendo de hambre y de sed.
Hay anuncios permanentes con el rugir de los volcanes, fuentes que desaparecen, la contaminación es tal que en los lagos y ríos no hay vida, el plankton está muerto, flora y fauna en permanente agonía.
No lo queremos entender y no queremos cambiar y no somos capaces de entender el comportamiento de las diferentes especies ya que ni somos capaces de tratar, siquiera de tratar de entender el por qué de la conducta humana donde se dan casos y cosas cuya única explicación es la influencia de un cosmos enfermo, negativo, pasándonos la factura. A ver cuándo vamos a entender que la tierra y el universo están enojados y que nuestra grandeza y superioridad mal interpretada y usada, nos han llevado directamente al caos.
Hacer guerras para traer la paz es como invadir para plantar la democracia o es como en mi país (El Salvador) donde se negocia con los cabecillas del crimen, con los pandilleros para que éstos no sigan asesinando al pueblo y creer estúpidamente que ello será la solución a la violencia, cuando lo que se hace es premiar con bienestar a los psicópatas de las maras quienes luego hasta podrían aparecer como un Partido Político ya que en realidad lo único que los diferencia es que las maras son asociaciones ilícitas y los partidos asociaciones lícitas.
La única realidad es que si la humanidad desea sobrevivir habrá que humanizarse, si queremos que la tierra produzca tendremos que dejarla que vuelva a su balance regenerativo natural, tendremos que dejar que crezca la floresta, que los ríos y todas las fuentes de agua vuelvan a su estado natural y aquí no hay amenaza que valga, cuando llegue la hambruna y la falta de oxigeno no será sólo para los pobres, al fin y al cabo nosotros estamos acostumbrados a morir de hambre y de patologías producidas por la contaminación.
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