Andaba Allá por Tejutepeque trabajando con las comunidades cuando una de mis hermanas me dijo: Antonio está mal, ya me voy para San Salvador. Quizá llegando a Cojute me dijeron que había muerto.
En ese momento deje mis quehaceres del pueblo y me vine hacia Los
Planes donde mi hermano vivía en una finquita. Luego los arreglos funerales y ahora escribo mi dolor y recuerdo mi poema a los muertos: Como duelen los muertos cuando son tus muertos….
MI hermano fue un hombre bueno, trabajador y había criado a tres sobrinas hijas de nuestra hermana que eran su amor.
Políticamente siempre estuvo con nosotros con el FMLN y la elección pasada ayudo a la campaña a Mario Meléndez actual alcalde de Panchimalco, organizando a la gente de su zona o sea de Los Planes para que votaran por el cambio, jalando gente en su pick up y bueno fue un buen hombre que hacía el bien sin esperar nada en retorno.
Anoche después de mis actividades estaba en mi casa en Tejute y de repente una gran tristeza y pensé que algo pasaría en la familia y ahora ungido de dolor veo a mi hermano partir.
El me lo decía: si me muero no sientan dolor ni tristeza porque me uno a mi madre a mi hermano y a Monseñor Romero que era su santo. Ahora parte y mi madre y mi hermano y Monseñor lo esperan con los brazos abiertos.
Amaba mucho al actual gobierno y hace poco me decía: Si no hubiera estado listo el gobierno quizá habrían habido como mil muertos y es cierto le decía, si las vacas que son más fuertes y murieron 25.000, peor nos hubiera ido con el pueblo si no lo hubiéramos evacuado y otras veces me decía, cuando un presidente se había preocupado por los viejitos o cuando un Ministro de Educación había dado siquiera un lápiz a la niñez y cosas así por el estilo.
Gracias Tonito por haber cuidado de nuestra madre en los días difíciles 
y en mi ausencia, gracias por haber sido lo que fuiste, yo cuidare de mi hermana y de tus niñas para quienes no siendo tus hijas fuiste más que un padre.
y en mi ausencia, gracias por haber sido lo que fuiste, yo cuidare de mi hermana y de tus niñas para quienes no siendo tus hijas fuiste más que un padre.Recibe de mi esta carta llena de lagrimas y que nuestra madre y Monseñor Romero te reciban con los brazos abiertos.
Hasta siempre
Tu hermanito Paulo Marwin
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