Al fin ha llegado el invierno en Bucarest, despues de un largo verano que ha sido excesivo para unos pocos pero bendito para la mayoria. El frio y la cercania de las nieves seran una verdadera maldicion para los miles de pensionistas o desempleados, e incluso a gran parte de los trabajadores, a los que sus miseros salarios o ayudas sociales impiden pagar la calefaccion o, incluso, tener una vivienda donde dormir.
Las siguientes imagenes de febrero de 2011, el invierno pasado, volveran con toda seguridad a repetirse este invierno. De hecho, ya las he visto con mis propios ojos en la céntrica zona de la capital rumana de la Estación Central (Gara de Nord), donde grupos de personas en torno al fuego se drogaban con aerolat (un barato pegamento con el que muchos jovenes rumanos se han evadido de la realidad durante estas dos decadas) en torno a la entrada de su improvisada casa. En el paraiso capitalista, cientos de hombres, mujeres y niños estan condenados en Bucarest a vivir en las alcantarillas, para protegerse del frio, mientras las autoridades no hacen nada para evitarlo. No porque estemos en crisis y no precisamente porque no haya dinero para que el estado proteja a sus ciudadanos, pues esta triste realidad lleva 22 años produciendose, sino porque a los parlamentarios, todos con grandes casas, bien calientes durante el invierno, y con grandes salarios a costa del erario publico, les importa todo un bledo salvo su propia fortuna y las de sus verdaderos representados: las grandes empresas.
Y en esta insoportable insolidaridad individual llegada de la mano del régimen capitalista, los medios de comunicacion son esenciales, para criminalizar a las victimas mientras los culpables, en muchos casos dueños de esos mismos medios, siguen disfrutando de sus privilegios sobre el sufrimiento de los que han sido despojados de casi todo.
En el siguiente video de febrero de 2011 (en rumano, pero las imagenes hablan por si mismas) la principal noticia no es la aberracion de que en Bucarest existan hombres sin casa, sin trabajo, que son obligados a vivir en las alcantarillas (mas de 5000 segun las propias autoridades), sino el "peligro publico" que suponen para los conductores (!con los beneficios que producen estos a las grandes corporaciones automovilisticas y energeticas!)...
En realidad, y aunque esto los medios nunca lo digan pues son parte del engranaje que sostiene la dictadura del capital, el verdadero peligro público son el sistema y todos aquellos que, a cambio de jugosos salarios y beneficios, lo mantienen a pesar de sus criminales consecuencias:
Mas información sobre los miles de ciudadanos bucarestinos que tienen que sobrevivir al invierno rumano refugiandose en lugares insospechados, porque no tienen ni casa ni trabajo ni servicios sociales que les ayuden, en el reportaje publicado en este mismo blog "LOS HOMBRES DE LAS ALCANTARILLAS"
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