CARTA A LA JUVENTUD SALVADOREÑA

Después de tanto bregar en las luchás sociales nos damos cuenta que muy a pesar de ello, la derecha nos ha heredado el país mas vulnerable de toda Latinoamérica y en el caso ecológico el más vulnerable de la tierra, por ello considero razonable escribirles esta carta.

Pertenezco a la generacion de los setenta, aquella generacion cuyos integrantes de todos los estratos sociales nos integramos de una u otra manera a las luchas por una patria mejor y si no se ha logrado todo por lo que luchamos y por lo que cien mil hermanos y hermanas dieron la vida es porque aun seguimos luchando contra la oligocracia más rapaz y criminal de toda Latinoamérica y contra el imperialismo.

Algunos integrantes de esta generación traicionaron al pueblo desde que se integraron. Fueron aventureristas que tenían su propia agenda oculta, pero la mayoría de esa generación seguimos empujando el tren de nuestra historia de forma incondicional sin anteponer intereses mezquinos personales ante los intereses de la colectividad. Un pequeño porcentaje de esa generación ahora dirige sectores del actual gobierno y bien merecido lo tienen y probado está que los ministerios que mejor trabajan son los dirigidos por nuestros compañeros y compañeras.

El actual gobierno tiene problemas profundos heredados de las administraciones anteriores de lo cual su única responsabilidad es buscar las soluciones pertinentes a los problemas más acentuados como son la pobreza, el desempleo y la violencia que a diario sangra a nuestra juventud y no hacemos nada con criticar sin sugerir y sin integrarnos a la lucha ciudadana por un mejor país.

Es deber de la juventud educarse formalmente y auto educarse. Analizar que el espejismo es parte del plan imperialista de dominación, alfabetizarse ideológicamente, razonar y pensar críticamente, ser actores y no audiencia, ser promotores y no promovidos, ser seres para sí y no objetos, ser parte de la primavera y no sentirse derrotados por el estío, ni afligidos por las tempestades.

Recordar que los partidos no son perfectos ni los militantes, pero que es deber de todos ser honestos, transparentes, responsables, incondicionales con la cusa de la humanidad y tener presente que la mejor caracterización de la especie debe ser la fraternidad y la incondicionalidad con quienes más nos necesiten.

En el camino tropezarán muchas veces, serán traicionados, manipulados, pero recuerden que no hay mayor traición cuando se traiciona a sí mismo, cuando traicionas tus ideales de justicia y libertad, tus luchas por una sociedad más justa donde la colectividad pueda vivir en paz. Muchos, los oportunistas y arribistas, se colocarán en posiciones aparentemente mejores que las tuyas, te recuerdo, no hay mejor posición que la que ocupas al lado de tu pueblo. Te darás cuenta que seudo izquierdistas vueltos políticos electoreros en corto tiempo se convierten en latifundistas y empresarios millonarios, no te preocupes de esas cizañas narcisistas, de ellas están llenos los basureros de la historia. Preocúpate de tu formación y la de tus colectivo, lee a Martí, al Che y Fidel, ellos son las figuras más grandes que abarcan tres siglos de nuestra historia, en ellos encontrarás nuestra verdad revolucionaria surcada en el amor por la humanidad que conlleva la libertad de los pueblos.

Cuídate del mediatismo propagandístico de los medios medievalistas de comunicación, sus alpisteros pajarracos plumíferos no tienen otra función que engañar al pueblo, son como los explotadores, el más sucio estrato social.

Aprende a seleccionar a tus líderes, busca en ellos la honestidad, la templanza, la humildad, la claridad de objetivos revolucionarios y su incondicionalidad revolucionaria, aléjate de falsos profetas y edúcate con el pueblo para poder educar a la juventud y poder formar los líderes que la patria necesita. Líderes que comprender y enseñen a cuidar la naturaleza, sin ella no podemos vivir, líderes que seleccionen sus lecturas y ensenarlas al pueblo, líderes que comprendan que este caos social es producto de la falta de valores impuestos por las oligocracias y el sistema explotador.

No necesitan saber de economía política para darse cuenta que la función de la empresa privada es enriquecerse con el sudor del pueblo y que en la ley de oferta y demanda los comerciantes acaparan lo que el pueblo produce y necesita y le fijan los precios que el pueblo apenas alcanza a pagar y que la función de la banca es usar el dinero del pueblo para enriquecerse mientras al pueblo le cobran intereses elevados por préstamos de su propio dinero mientras no pagan nada a los depositantes, aprende que si nos educamos los ejércitos se hacen innecesarios y que la única forma de operar verdaderos cambios económicos al servicio de la comunidad es invirtiendo en la misma para que esta produzca. Demandar el abandono del sistema de educación esclavizante y exigir una planificación escolar para la libertad. Échense a la mochila la Pedagogía del Oprimido, las Reflexiones de Fidel, los escritos del Che, la Poesía de Martí, ello les dará la sabiduría que necesaria para dirigirse en una vida productiva al servicio de la colectividad.

Tienen que comprender que aquí en nuestra patria sólo cuando destruyamos a la oligarquía esclavizante podremos hacer verdaderos cambios. Fortalecer y desarrollar el partido del pueblo para que responda a las necesidades del mismo, no es sólo una necesidad, sino una obligación.