Vos lo dijiste bien Ponciano, las sentencia o absolución de los militares obedecerá a lo que diga la Aponteósica en Santa Elena y para ello también trajeron a una jueza borinqueña para que les canten: Pasan Locos de contentos con su cargamento para Zacatras, para Zacatras, llevan en su pensamiento todo un mundo de coca para ir a transar, para ir a transar.
Lo más posible es que los dejen libres y les den la Orden Nacional del Sicariato “Roberto D’abuisson” y el apoyo para ser candidatos grupales al Premio Nobel de la Paz como hicieron con el Negro Tamagás y le digan a la cortezuela: Aquí no jodás.
Lo divertido, Ponciano son la excusas y recusas de los alpisteros de la cortezuela lo que los lleva cabalito al excusado de la pudrición o sea al reinado de la Aboganstocracia Nacional donde los justicieros se convierten en ora-culeros del pando derecho constitucional e internacional.
Tamos jodidos Ponciano, si del cruce de una puta y un ratero sale un cuilio, que saldrá del cruce de un aboganster y un militar? No me vayas a decir que un Pastor!
La verdad es que van a suceder tres cosas: libres, condenan aquí, o extraditados, lo cual no me gusta mucho, o sea lo de la extradición, porque si fuera así yo quiero pedir que extraditen a todos los gachupines por la matanza del pueblo nativo americano.
Con respecto a que los dejen libres lo mismo me da ya que donde quiera que estén va a hacer daño y la tercera opción es la condena, pero que no los lleven a una jaula de oro como a Mathies Hill, para salir a vender pollo asado a los ocho días.
Lo más importante de este caso es que aquí no hay soberanía, ni justicia y la certeza incuestionable, Ponciano, que aquí no se mueve una hoja sin la orden del Norte, nos guste o no nos guste.
Yo bien los quisiera en Zacatrás donde al nomás llegar los bendecirían por detrás, pero como te digo: te veyo y no te veyo dijo un choco que no veía ni mierda.
Chico Tinterío
Calle sin Ley
San Salador
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