Vaya que cosas en pleno Siglo XXI. Nosotros y nostras les vamos a hacer caso sólo a los jefes de arena, le dijeron a una asesora pedagógica, en otras partes se les prohíbe a los maestros que hablen de Anastasio Aquino, Feliciano, Ama, Farabundo Martí, Miguel Mármol y se ha llegado a la bajeza de decir que estuvo bien que mataran a Monseñor Romero, increíble, pero cierto. Vemos también a muchos militantes y no militantes que consiguieron trabajo, al cual tienen justo derecho, si saben hacer para lo que han sido contratados, despreciar y discriminar al pueblo desempleado y a los derechistas ortodoxos, ven en cada militante del FMLN a los enemigos de la patria. El gobierno actual en dos cortos años ha hecho un gran esfuerzo con nuestra infancia estudiantil, proveyéndolos con zapatos, útiles, uniformes, dinero en zonas de elevada pobreza, lo mismo hace Salud, Obras, Publicas, INDES, ISBM, Justicia, Agricultura, con toda la población.
Cierto es que no todo se puede hacer de forma rápida debido al sinnúmero de limitaciones, pero ello no es motivo para oponerse al Partido del Pueblo que es el partido de Gobierno, al mismo tiempo todo ese tipo de conductas se oponen al bienestar de la generalidad ciudadadanía. Que hay problemas de violencia, desempleo, crimen organizado, ello son problemas heredados de pasadas administraciones y deberíamos de abrir los ojos como estuviéramos en este momento si ellos hubieran ganado las elecciones.
Hay crimen, pero no son crímenes políticos, hay desempleo como lo hay en los países ricos y nosotros estamos sumidos en el subdesarrollo, hay falta de valores y de ello todos somos culpables por no querer ver que es mejor hacer el bien que hacer el mal.
Sería mejor preguntarse qué hizo la derecha toda la vida, sino hundir a nuestra sociedad, robarse las tierras y empresas estatales, crear el terror de la guerra, asesinar a más de 150.000 ciudadanos y heredarnos una sociedad donde es suerte regresar a la casa después del trabajo. Es mucho lo que debemos y tenemos que hacer. Comenzando por nuestros hogares, en la escuela, la oficina, en el trabajo, uniéndonos todos los sectores sin diferencia alguna, todo por el bien nacional del pueblo salvadoreño.
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