Hoy por la mañana me estaba preguntando: Habrá sido Chávez el que dio el golpe de estado en Honduras, el responsable de Abbu Graib, Guantánamo, de los millones asesinados en Irak y Afganistán, de las cárceles clandestinas a lo largo de la tierra donde se tortura a inocentes, de la sangría que vive México y Centro América, de las matanzas en Libia, si es así me dije, no hay razón para escribir este artículo.
Conociendo que es todo lo contrario, continúo. Son los terroristas filibusteros y piratas yanquis los causantes de todos nuestros males. Son los que han destrozado Irak y Afganistán, son los que están cambiando viejos dictadores para ser sustituidos por peores, los que han militarizado toda Latinoamérica pulgada tras pulgada, los sedientos de los hidrocarburos de la tierra, los piratas de todos los océanos y el espacio aéreo, los exterminadores de África, los dioses nucleares, los que están comprando la tierra latinoamericana con narco dólares, los que causan tsunamis y terremotos y desvían la lluvia antojadizamente, los que crean las crisis económicas artificiales para destruir la economía de la tierra, los asesinos de Sandino, Farabundo, Torrijos, Letelier y Allende y de millones más millones de inocentes ignorados, los que han tratado de ahogar a Cuba por más de cincuenta años, los que inyectaron con sífilis a miles de guatemaltecos,, los que siguen lanzando el vomito mediático contra el pueblo y gobierno sandinista, los que se quieren apoderar de la Antártida argentina y de la Amazonia, los que quieren desmembrar a Zulia, Táchira y Nueva Esparta de Venezuela, Santa Cruz de Bolivia y Guayaquil de Ecuador, los que quieren poner de presidente a la hija de un ladrón y torturador encarcelado, son ello y no Chávez.
Hago responsable a Chávez de la Misión Milagro, de ALBA, de construir escuelas, hospitales y universidades, de luchar no sólo por Venezuela, sino por toda la humanidad, lo acuso de ser el hijo mayor de Fidel y el Bolívar Moderno, lo acuso de regalarle combustible a los pobres de Harlem y Brooklyn, lo acuso de estar dando de comer a todo mundo y más que todo lo respeto porque es junto Fidel, el defensor de los pobres de la tierra.
Como fiera herida, la bestia llega con las fauces sangrientas y las garras sedientas de tejidos latinoamericanos. Ahora es cuando debemos de estar más que unidos, olvidar o apartar pequeñas diferencias para hacer frente en un solo bloque revolucionario las seguras embestidas enemigas. No hay tales de tal vez, quizá o mañana, es ahora o nunca.
Abramos bien los ojos, no está en juego la vida sólo del Comandante Chávez, está en juego el presente y el futuro de la revolución latinoamericana, el presente y futuro de nuestra juventud, el sueño de Bolívar, de Martí, de Fidel, del Che, de Sandino, Farabundo, de Allende, de Carlos Fonseca Amador, es la heroica sangre de los cientos de miles de caídos luchando por la causa, no permitamos que nuestra ceguera se vuelva colectiva, levantémonos donde quiera que estemos, a los yanquis y a la OTAN, a la ONU y a la OEA, poco o nada les importan nuestras vidas.
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