Este terrible crimen es responsabilidad del oligarca Miguel Facussé que tiene contratados a cientos de sicarios, que cuentan con el asesoramiento de paramilitares colombianos, para masacrar y desalojar a la comunidad campesina que es la legítima dueña de las tierras.
El régimen de facto de Porfirio Lobo es cómplice de este crimen, hecho que se confirma por la tardía participación de las autoridades para detener las agresiones contra los campesinos y la tolerancia que muestran las Fuerzas Armadas de Honduras, la policía y los operadores de justicia destacada en la región ante los crímenes recurrentes que ordena el empresario Miguel Facussé.
Hacemos un llamado a la comunidad internacional para que exija el cese de la represión en Honduras y particularmente en el Valle del Aguán donde se repiten periódicamente y con total impunidad actos de violencia contra el pueblo.
¡Resistimos y Venceremos!
Frente Nacional de Resistencia Popular
Tegucigalpa 15 de noviembre de 2010. Seis personas muertas y entre 12 a 15 personas heridas, sería el saldo de una nueva agresión por parte de guardias de seguridad del terrateniente y empresario Miguel Facusse, que pretende apropiarse de la finca el Tumbador, propiedad de grupos campesinos, según informaciones preliminares proporcionadas por los afectados.
Según una fuente ligada al Instituto Nacional Agrario INA, unos 200 hombres armados, obedeciendo órdenes del terrateniente, han atacado hoy a balazos a los campesinos, utilizando armas de grueso calibre. Facusse pretende apoderarse de tierras que pertenecen a los campesinos según la misma fuente que no quizo ser identificada.
Los muertos son todos campesinos según la información transmitida por la capitalina Radio Globo. Según las denuncias transmitidas vía teléfono, los guardias de seguridad, son apoyados por miembros de la policía en las acciones en contra de los campesinos.
Hasta el mes de septiembre, eran 12 los campesinos que han sido asesinados, en la zona del bajo Aguán, en medio del conflicto de tierras, entre terratenientes y campesinos.
De acuerdo con Radio Globo entre los heridos graves están, Marvín Vásquez, Abraham Martínez y una persona identificada solo como Francisco, quienes están internos en el hospital Salvador Paredes. De los demás heridos no se conocen datos hasta este momento.
Según el vocero de la policía, Leonel Sauceda, a eso de las siete u ocho de la mañana, al subcomisionado Julio Roberto Benítez Ávila, se le denunció que hubo un enfrentamiento entre guardias de seguridad y campesinos que se encontraban en el lugar y se negó a confirmar la existencia de muertos o heridos aduciendo que no tenía mayores elementos.
Sin embargo el vocero policial negó que en “ningún momento existe participación policial en ese hecho”, y agregó que desde esas horas de la mañana se había enviado un contingente de policías, para verificar lo que ocurre en el lugar, aunque minutos después se contradijo al afirmar que hay presencia policial en la zona pero justificó que como se trata de que son miles de hectáreas, era difícil saber lo que realmente ocurría en el lugar.
Los campesinos del Movimiento Unificado campesino del Aguán MUCA, firmaron una “Acta de Compromiso” con el régimen de Porfirio Lobo Sosa, en la que se comprometió a entregar a los campesinos “unas 3,000 hectáreas cultivadas que debían entregarse en abril apenas se entregaron 1,704 hectáreas y se olvidaron de entregar las 1,000 hectáreas cultivadas y 3,000 sin cultivar noventa días después de la entrega inicial; es decir, a mediados del mes de julio”, según la organización de derechos humanos FIAN Internacional.
Antecedente
La hacienda el Tumbador, era originariamente del terrateniente puertorriqueño Temístocles Ramírez, pero en la década de los años 80, el gobierno la expropió para que funcionara el Centro Regional de Entrenamiento Militar (CREM) en donde se capacitó a contingentes militares hondureños, salvadoreños y nicaragüenses con el propósito de perseguir y reprimir a grupos disidentes en la región centroamericana.
Una década después, Estados Unidos obligó al estado hondureño a indemnizar a Temístocles Ramírez por 18 millones de dólares. Por lo que las tierras pasaron a ser propiedad del Instituto Nacional Agrario INA, para que fueran entregadas a los grupos campesinos del lugar.
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2.
Tegucigalpa 16 de noviembre de 2010. El Presidente Manuel Zelaya Rosales (2006-2010), estaría por retornar al país de su exilio forzado en República Dominicana, según informa el dominicano diario El Día, en su página Web.
El medio de comunicación asegura que el tema del retorno de Zelaya a Honduras, será decidido por el presidente dominicano, Leonel Fernández, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y el jefe de Estado hondureño Porfirio Lobo Sosa, quienes se estarían reuniendo por separado el próximo mes, “para evaluar las garantías al derrocado mandatario” informa el diario, sin dar mayores detalles.
El Presidente Lula da Silva, junto con la mayoría de presidentes de América del Sur, es un férreo opositor al golpe de Estado contra Zelaya y se ha negado a reconocer el gobierno de Lobo Sosa, al tiempo que ha exigido de forma vehemente el retorno de Zelaya al país con pleno goce de sus derechos políticos.
Zelaya permanece expatriado en Republica Dominicana, después permanecer retenido por más de cuatro meses en la sede de la Embajada de Brasil en Tegucigalpa, hasta donde regresó para apoyar la lucha contra la dictadura militar instaurada después de haber sido derrocado el 28 de junio de 2009.
De acuerdo con una nota colgada en la página Web del periódico, el titular del ejecutivo de Honduras, “Porfirio Lobo Sosa, comunicó al mandatario dominicano su disposición de viajar el próximo mes a la República Dominicana para regresar a Honduras con su derrocado antecesor”.
Zelaya ha exigido que se le cancelen todos los juicios en su contra, incoados después de ser sacado por la fuerza del poder, sin previo derecho a defenderse libremente, por su condición de expatriado, primero en Costa Rica y actualmente en Republica Dominicana.
De concretarse el retorno de Zelaya a instancias del Presidente Lula da Silva, sería uno de sus últimos logros diplomáticos de su administración que concluye el próximo 01 de enero de 2011, día en que entregará el poder a su sucesora Dilma Rousef.
Con Zelaya, cerca de 200 ciudadanos permanecen en el exilio según organizaciones de derechos humanos, junto con ex funcionarios de la administración de Zelaya Rosales, entre ellos el ex ministro de la presidencia Enrique Flores Lanza y la ex canciller Patricia Isabel Rodas. Otros como el sacerdote católico Andrés Tamayo fueron obligados a salir del país.
Honduras esta fuera de la Organización de Estados Americanos OEA, al ser suspendida de la organización, después del golpe de Estado contra Zelaya y permanece fuera del organismo regional a pesar de las presiones del gobierno norteamericano, por que se reintegre al Estado de Honduras al ente continental.
3.
Sacerdote católico; el cardenal debe “pedir perdón y reparar el daño”
Red Morazánica de Información
Tegucigalpa 16 de noviembre de 2010. El sacerdote católico Fausto Milla, de la diócesis de Santa Rosa de Copan, instó hoy al cardenal hondureño Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, a “pedir perdón y reparar el daño” como enseña la Iglesia Católica, por el daño ocasionado al pueblo hondureño con el golpe de Estado militar, del pasado 28 de junio de 2010.
Milla manifestó, que no basta con pedir perdón como enseña la Iglesia Católica, y ejemplificó de manera sencilla la enseñanza cristiana, en una entrevista con el Periodista Danilo Osmaro castellanos del programa de noticias “En la Plaza”, que se transmite por Radio Globo.
El cardenal hondureño es considerado uno de los actores principales del golpe de Estado militar que derrocó al Presidente Constitucional Manuel Zelaya Rosales, quien fue sacado en ropa de dormir a Costa Rica.
“Si tú te robas una vaca, no basta con pedir perdón por el robo de la vaca, devuelva la vaca”, para de esa manera reparar el daño ocasionado, ejemplificó el religioso.
Consultado sobre que piensa sobre el cardenal Rodríguez Maradiaga, Milla respondió que es un ser humano y como todo ser humano puede equivocarse y desgraciadamente esta equivocado, en relación al apoyo que el cardenal brindo al golpe de Estado.
El sacerdote, quien en 1982 tuvo que salir del país para salvar su vida, debido a la persecución política del gobierno de Roberto Suazo Cordova y el General Gustavo Álvarez Martínez, consideró además que el cardenal “es un ser humano castigado, es quizás el más castigado de todos los seres humanos metidos en el golpe”, sin mencionar por que lo consideraba castigado.
El Cardenal hondureño, se opuso al retorno de Manuel Zelaya Rosales, en cadena nacional de radio y de televisión al instalarse el régimen de facto, mientras le llamaba “amigo”, le advirtió no regresar a Honduras, porque de hacerlo habría “derramamiento de sangre”.
Según la constitución hondureña, violada y defendida por el golpismo, ningún hondureño puede ser expatriado, y el Estado es laico. El cardenalato, con derecho a expresarse, no constituye un ente político que habilite para hablar en nombre de un gobierno en cadena de radio y de televisión.
A escasos 10 días del Golpe, Rodríguez acusó a Zelaya, de “mentir internacionalmente”, de dividir al pueblo “sembrando una lucha de clases”, de ser un gobierno corrupto y validó como legítimos los juicios falsos de los tribunales.
El Cardenal Rodríguez se alió al golpe de Estado, que defendió como “sucesión constitucional”. No condenó, hasta hoy, los crímenes y violaciones a los derechos humanos por la violencia institucionalizada. Evade discutirlo y se limita a hablar de reconciliación y perdón, sin explicar de qué y cómo.
Rodríguez ha emitido juicios favorables a Roberto Micheletti y al humanismo cristiano de Porfirio Lobo. Pero, se refiere con menosprecio a una parte de la población a la que trata como marginal, en un acto moral excluyente ajeno a la doctrina cristiana.
Ha dicho que “no entiendo que es lo que les he hecho para que me odien tanto”, quejándose del repudio popular manifiesto, en especial del pueblo en resistencia, a quienes llamó “grupúsculos”, y reclamó que le manchan las paredes, con los mensajes de protesta dejados en los muros de la Catedral.
Al cardenal también se le acusa de ser el quién ordenó la expulsión del sacerdote Andrés Tamayo, a quien se le privó del ejercicio pastoral al quitarle su parroquia en el municipio de Salamá en el departamento de Olancho.
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"El Ejército va al lado de los movimientos sociales buscando que se cumpla con la política del Vivir Bien porque emerge del pueblo y se debe a él".
El comandante del Ejército boliviano, Antonio Cueto, afirmó el domingo que esa entidad castrense se declara antiimperialista, anticapitalista, socialista, comunitario y aseguró que no se debe permitir que ningún poder externo se imponga en este país andino amazónico.
En su discu rso de celebración del Bicentenario de creación del Ejército, en una ceremonia que se realizó en el patio de honor del Colegio Militar con la asistencia del presidente Evo Morales, Cueto dijo que las Fuerzas Armadas actuarán con dignidad y soberanía.
"Nuestro aporte institucional fue fundamental para la construcción de Bolivia especialmente los momentos de inflexión tanto interna como externa por eso nuestro Ejército ostenta orgulloso la insignia de fundador de la patria", remarcó.
Dijo que el Ejército celebra orgulloso su Bicentenario convertido en el crisol de la nacionalidad, al recordar que entre sus filas están incorporados bolivianos y bolivianas de todas las regiones, "comprometidos con el actual proceso y conscientes de su realidad".
Aseguró que la nueva Constitución Política del Estado, que goza de legitimidad porque fue elaborada sin injerencia externa y aprobada por el 70% de la población, establece que Bolivia se constitu ye en un Estado unitario, social de derecho, plurinacional, comunitario, libre, independiente soberano, democrático e intercultural.
"Lo anterior da lugar a que el Ejército surja como una institución socialista, comunitaria y como tal nos declaramos antiimperialistas, porque en Bolivia no debe existir ningún poder externo que se imponga, queremos y debemos actuar con soberanía y vivir con dignidad", consideró.
Dijo que también se declara anticapitalista, porque ese sistema está destruyendo a la Madre Tierra y pidió unir todos los esfuerzos y capacidades para defender el medio ambiente.
A su juicio, los anteriores "gobiernos neoliberales" pactaron con el sistema capitalista, buscando la destrucción de las Fuerzas Armadas con planes que disminuían progresivamente su capacidad operativa.
"Por otro lado la Carta Magna también establece que Bolivia es un Estado pacifista que promueve la cultura y el derecho a la paz, así com o la cooperación entre los pueblos de la región y del mundo es por eso que mantenemos relaciones con todos los ejércitos del mundo", argumentó.
El comandante del Ejército boliviano dijo que las Fuerzas Armadas preservaran el legítimo derecho a la defensa del territorio nacional, de los recursos naturales, como la madera, el oro, los hidrocarburos y el litio, entre otros.
"En preservación de la soberanía no vamos a permitir bajo ninguna circunstancia la instalación de bases militares de potencias extranjeras en nuestro territorio", sentenció.
En esa dirección y "con la finalidad de lavar el honor del Ejército", solicitó a las autoridades actúen en consecuencia, aplicando la Ley Anticorrupción Marcelo Quiroga Santa Cruz en contra de "quienes entregaron (a Estados Unidos) para desactivar misiles militares, que fueron adquiridos para la defensa del Estado".
"El Ejército de Bolivia ha iniciado un proceso que conlleva concret ar cambios estructurales al interior de nuestra institución de esa manera consultando a la sociedad civil, gobernantes, movimientos sociales y con el asesoramiento de países amigos que han tenido experiencias similares se ha realizado seminarios con el objetivo definir los pasos a seguir dentro del proceso de cambio", puntualizó.
"El Ejército va al lado de los movimientos sociales buscando que se cumpla con la política del Vivir Bien porque el Ejército emerge del pueblo y se debe a él porque es su esencia trabajando con el pueblo y para el pueblo", agregó.
5.La estructura del presupuesto de Estados Unidos y la lógica de su política económica, con Bush y Obama, es el de una economía de guerra en la cual el gasto militar exacerba el déficit presupuestal, pero permite el funcionamiento de un “equilibrio del terror financiero”, reporta inmensas ganancias al complejo militar industrial y mantiene un chantaje global basado en la fuerza militar.
Una simple mirada al presupuesto 2010 de Estados Unidos permite apreciar la magnitud del gasto militar y el papel que éste juega de conjunto con el gasto por los paquetes de rescate de los bancos y entidades financieras quebradas.
El monto total del presupuesto es de 3.94 billones de dólares (millones de millones), y el déficit previsto es de 1,75 billones, equivalente a casi 12% del PIB. (1)
El gasto militar oficial se establece en 739,5 mil millones de dólares, aunque si se incluyen otros gastos indirectos o encubiertos, el gasto superaría el billón de dólares.
El gasto en el rescate de las entidades financieras hundidas en la crisis, efectuado por las administraciones de Bush y Obama alcanza 1,45 billones, mientras que el interés devengado por la deuda pública es de 164 mil millones de dólares.
Esto significa que casi todo el ingreso del presupuesto (2,38 billones) se consume solamente por el gasto militar, los rescates de la oligarquía financiera y una pequeña proporción por intereses de la deuda pública. No queda prácticamente nada para otros tipos de gastos.
Si consideramos que el gasto militar ronda el billón de millones de dólares y que la parte del ingreso presupuestal correspondiente a los impuestos familiares es de 1,06 billones, tenemos que casi todos los impuestos que las familias pagan en Estados Unidos alcanza no más para cubrir el enorme gasto militar.
Estados Unidos es el país más endeudado del mundo, aunque el significado práctico de esto es diferente para este país que para cualquier otro, porque se encuentra endeudado en la moneda nacional que él mismo crea y hace circular.
El financiamiento de la enorme deuda pública federal ascendente a 14 billones de dólares, sin incluir deudas de los estados y municipios es de características surrealistas.
Al crecimiento de esa deuda pública contribuyeron los paquetes de rescate a los bancos, pero esa deuda se financia por una retorcida operación mediante la cual el gobierno financia su propio endeudamiento, pues el dinero estregado como rescate a los bancos es financiado en parte tomando préstamos de los mismos bancos.
A su vez, los bancos imponen condicionalidades al gobierno en el manejo de la deuda e imponen como el dinero debe ser empleado. Después de haber sido “rescatados” los bancos imponen cortes masivos en el gasto público en servicios para la población, la privatización de infraestructuras y servicios como agua, carreteras, recreación, pero no se toca el gasto militar.
Y no se toca porque “War is Good for Business” y la misma oligarquía que maneja el mercado financiero obtiene elevadas ganancias procedentes del gasto militar. Y ese gasto militar -como parte del déficit público- es financiado por operaciones de guerra económica que se calientan cada vez más y amenazan con mezclar la guerra económica con la guerra probablemente nuclear que Estados Unidos incuba en la compleja madeja de sus intereses y contradicciones económicas y geoestratégicas.
El equilibrio del terror financiero financiando la escalada militar de Estados Unidos
La peculiar estructura mediante el cual Estados Unidos actúa como una economía parásita que financia sus déficits y su gasto militar recibiendo inyecciones financieras del resto del mundo, es parte de la “normalidad” del orden económico global. Tener reservas monetarias en dólares que se reciclan para comprar bonos u otros instrumentos del Tesoro que financian la deuda estadounidense, y con ella la escalada militar es considerado por los neoliberales como una manifestación del equilibrio de mercados libres.
El poder mediático presenta este reciclaje como resultado de la confianza en la fortaleza económica de Estados Unidos porque otros países envían allí sus dólares para ser invertidos. (2)
Lo real es que los extranjeros no ponen su dinero en Estados Unidos porque sean compradores de exportaciones de ese país, ni tampoco son inversionistas privados comprando acciones o bonos. Los mayores colocadores de dinero en Estados Unidos son los bancos centrales que no hacen otra cosa que reciclar los dólares que sus exportadores obtuvieron y cambiaron a su vez por monedas nacionales.
Con déficits comercial y presupuestal crecientes en Estados Unidos, se produce una inundación de dólares hacia el exterior, que ahora son impulsados por la baja tasa de interés norteamericana y por la emisión alegre de papeles verdes.
Los países receptores de dólares (China en especial) se ven colocados ante un dilema. No participan ni tienen influencia alguna sobre decisiones económicas del gobierno de Estados Unidos, quien se aprovecha del privilegio del dólar. Si aceptan la inundación de dólares, sea por excedentes comerciales o por la baja tasa de interés norteamericana o por ambos factores, sufren la presión al alza sobre su tasa de cambio, la pérdida de competitividad comercial y el peligro de dejar anidar peligrosos capitales especulativos de corto plazo.
Para evitar esa inundación, la conducta obligada es comprar instrumentos de deuda emitidos por el gobierno norteamericano, y acumularlos en las reservas monetarias, sufriendo el peligro de que cualquier devaluación del dólar sea una devaluación de sus reservas. A China u otros países que acumulan grandes volúmenes de dólares o de instrumentos de deuda norteamericana nominados en dólares, no se les permite comprar activos no financieros en Estados Unidos. Cuando China lo ha intentado (compra de instalaciones para distribución de combustibles) el gobierno de Estados Unidos lo ha prohibido. En ese caso no valen el libre flujo de capitales, el libre comercio y la retórica habituales. Sólo pueden comprar activos financieros para financiar los déficits estadounidenses.
Al comprar los bonos del Tesoro los países entran al “equilibrio del terror financiero” y a contribuir a financiar un destino no previsto ni deseado: el gasto militar del Pentágono.
Ocurre así para los países receptores de dólares surgidos de los déficits norteamericanos, una doble compresión. Son lesionados al verse estructuralmente empujados a financiar pasivamente la máquina militar norteamericana por medio de un “equilibrio del terror financiero” basado no en su superioridad económica, sino en poderío militar. Y al hacerlo, países como China y Rusia están alimentando el mismo gasto y poderío militar que apunta armas nucleares hacia ellos.
El masivo gasto militar tiene un objetivo geoestratégico hegemónico y su lógica última es la guerra.
No pocos en Estados Unidos creen en las virtudes de estímulo económico que una guerra puede traer. Recuerdan con nostalgia que la guerra hispano-cubano-americana, la primera guerra de la etapa imperialista, sirvió en 1898 para que Estados Unidos escapara de la crisis económica de aquella década, que fue la Segunda Guerra Mundial la que finalmente provocó la suficiente destrucción de fuerzas productivas para dejar atrás la Gran Depresión y abrir paso a los dorados años 50 y que la recesión de finales de los años 40 fue superada con la ayuda de la guerra de Corea.
Esta nostalgia, que incrementa el peligro de una catastrófica guerra nuclear, ignora que aquellas guerras convencionales correspondientes a la época pre-nuclear podrían actuar como estímulos anticrisis, pero la guerra nuclear actual ha perdido esa capacidad.
Las guerras con armas convencionales tenían dos virtudes como reanimadoras de la economía: mediante la producción masiva de armamento convencional para cumplir pedidos del estado en guerra, se generaba empleo en las cadenas fabriles de entonces, y también la guerra convencional aceleraba la destrucción de fuerzas productivas que la crisis económica había iniciado, y la llevaba al grado suficiente para impulsar la recuperación sobre la base de la reconstrucción de posguerra. La destrucción era la suficiente para completar y acelerar el peculiar papel de la crisis económica en tanto destructora de riqueza para iniciar después otra fase expansiva, y no era tanta como para amenazar la vida de la especie humana y del planeta. Era posible entonces para el capitalismo no sólo sobrevivir sino utilizar la guerra como tónico estimulante para la economía.
La guerra nuclear actual no es estimulante frente al principal problema orgánico de la crisis que es el desempleo, pues ahora la tecnología sofisticada para fabricar armas utiliza muy poca fuerza de trabajo, pero su capacidad destructiva es tan formidable que lo destruido no serían plantas fabriles, capitales financieros o algunas ciudades, sino el planeta y la especie humana tras el cataclismo del invierno nuclear.
La guerra actual, si guerra convencional de desgaste como la de Iraq y Afganistán ni pueden ganarse por Estados Unidos ni son estimulantes para salir de la crisis económica, si guerra nuclear que se establece como amenazadora posibilidad, tampoco serviría para salir de la crisis porque no eliminaría el gran problema del desempleo, pero sirve en cambio, para hacer grandes negocios a partir del tipo de gasto público que se maneja con total opacidad y discrecionalidad, el gasto en el cual los Bernanke, Geithner, Summers, Strauss Kahn, nada deciden: el gasto militar, el cual es capaz de reunir en sí mismo la ambición hegemónica y la superganancia del gran negocio.
Para Estados Unidos, debilitado económicamente y con una cultura productiva declinante, el recurso de última instancia es la amenaza constante de guerra sustentada en el gasto militar creciente. Pero, la amenaza constante de guerra y el gasto militar poseen una dinámica diabólica que tiende a realizarse en la guerra real, cuando convergen la mentalidad guerrerista, los conflictos por la hegemonía en petróleo, gas, agua, etc., disfrazados de razones humanitarias o religiosas y la creencia de que en la guerra nuclear puede haber vencedores.
La declinación de la economía de la mayor potencia militar plantea fuertes tensiones entre un poderío militar muy superior a cualquier otro y por lo mismo, ambicioso de hegemonía y una economía en retroceso, que ha exportado buena parte de su capacidad industrial, se ha sumido en el parasitismo financiero, se ha acomodado en el consumismo de lo producido por otros y ha perdido la cultura productiva que alguna vez fue relevante. Algunos señalan que siguiendo esas tendencias, el país que al terminar la Segunda Guerra Mundial dominaba la economía mundial con su capacidad productiva, se encamina a consumir los productos del exterior y a exportar solamente películas, espectáculos musicales, imágenes glamorosas de un consumismo insostenible y armas.
El retraso económico frente a los ritmos de crecimientos de China y no sólo de ella, sino del llamado BRIC+3 (Indonesia, Corea del Sur, Malasia) es también una fuente de tensiones. Al ritmo que crecen estos países llamados emergentes, su PIB igualará en el 2020 al que ahora tiene el G-7.
Las tendencias apuntan hacia el retraso económico de Estados Unidos y la previsible utilización de la fuerza militar para mantener la posición dominante de la segunda mitad del siglo XX.
Esas tensiones se manifiestan en las guerra en Iraq, Afganistán, Pakistán, en la amenaza de guerra nuclear contra Irán y Corea del Norte y también los golpes e intentos de golpes de estado en América Latina (Honduras, Venezuela, Ecuador, Bolivia), la creciente militarización en forma de despliegue de bases militares norteamericanas a escala global y la conformación de una doctrina de guerra que incluye, entre otras cosas, la peligrosa reconceptualización de las bombas nucleares “pequeñas” -pueden oscilar entre la mitad y hasta 6 veces la capacidad de la bomba de Hiroshima- como armas que forman parte de un menú de opciones cuya utilización puede en teoría, ser decidida por el comando en el teatro de operaciones. Significa que un general en el teatro de operaciones dispone de una “caja de herramientas” para elegir y entre las herramientas tiene disponibles minibombas nucleares que podría utilizar como lo haría con los blindados, artillería, etc.
¿Hacia la guerra económica?
En las últimas semanas la economía mundial se ha estado caldeando con las noticias sobre la guerra de las divisas. Esta guerra fue preocupación central de la reunión de Ministros de Finanzas del FMI el 23 de octubre y de nuevo, al igual que en todas las Cumbres de G-20 realizadas después del inicio de esta crisis global, fueron reiteradas las solemnes declaraciones de compromiso con el “libre comercio” y la no aplicación de barreras al funcionamiento de los mercados.
En estas primeras escaramuzas de una posible guerra se ven con claridad los contendientes. Por un lado, Estados Unidos tratando de reanimar su economía a toda costa, aprovechándose de contar con la moneda de reserva internacional que es también su moneda nacional y lanzando un torrente de dólares hacia el exterior para devaluar el dólar, mejorar su posición competitiva y al hacerlo, elevar las tasas de cambio de los demás, perjudicarles en el comercio, hacerlos reciclar los dólares comprando instrumentos de deuda norteamericana.
En el otro lado, el resto de las economías del mundo y, en especial, los exportadores de materias primas del Sur, los que además de lo anterior, sufren la afluencia de capitales especulativos volátiles impulsados por la muy baja tasa de interés que Estados Unidos mantiene como instrumento sin éxito para reanimar la inversión.
La conversión de estas escaramuzas en una verdadera guerra al estilo de la ocurrida en los años de la Gran Depresión dependerá de la profundidad y duración que alcance la crisis global. Si ella se agrava, podría ocurrir que la guerra de las divisas fuera el preludio de una guerra comercial con la aplicación de políticas nacionales de “empobrecer al vecino” y la desaparición de la retórica librecambista y los juramentos de fe en el multilateralismo.
Para todos es evidente que el gobierno de Estados Unidos no hace otra cosa que aplicar el nacionalismo para resolver sus problemas internos, valiéndose del privilegio del dólar y arrinconando contra las cuerdas a los demás. No sería extraño que esta conducta encontrara la reciprocidad de otros y, en el contexto de larga crisis agravada, podría estallar el sistema de reglas e instituciones que nació en la posguerra prometiendo no repetir jamás una guerra comercial.
Crisis económica y tendencias políticas
La crisis global ha estado más conectada con un giro hacia la derecha que con un fortalecimiento de las fuerzas anticapitalistas.
La relación entre crisis económica y tendencias políticas ha sido variable en el pasado siglo. Considerando sólo las mayores crisis económicas y su traducción en resultados políticos, estos han incluido un movimiento del péndulo hacia la izquierda en los años de la Primera Guerra Mundial y hacia la derecha en los años de la Gran Depresión.
La economía rusa de 1917 sufría los estragos de los años de guerra, pero también el impacto de la crisis económica europea. La crisis se asoció al triunfo de la Revolución de Octubre de 1917, aunque obviamente, ella sola no pudo generar ese triunfo histórico anticapitalista. Muchos otros factores interactuaron con la crisis económica, pero el resultado final fue que la situación extrema a que la guerra, la autocracia zarista y la crisis habían llevado a la población rusa, fue captada, interpretada y dirigida por una organización política que se proponía terminar con el capitalismo y construir el socialismo.
En los años 30 del pasado siglo la Gran Depresión fue la mayor crisis económica hasta entonces ocurrida, pero lo que predominó asociado a ella fue el fortalecimiento del fascismo. En Alemania la combinación de reparaciones pagadas a los vencedores en la guerra anterior, la galopante inflación, eliminada por una conducción centralizada y fuertemente controlada por el Estado fascista, la eliminación del desempleo por grandes obras públicas y el liderazgo de un fanático de derecha, dio como resultado el fascismo al poder y la Segunda Guerra Mundial.
En Estados Unidos, en Europa y en América Latina hubo en esos años movimientos de izquierda y hacia la izquierda, pero no alcanzaron victorias estratégicas. No existe una determinación mecánica por lo cual el desempleo, la pobreza, la inseguridad que una crisis económica provoca conduzca el péndulo hacia la izquierda.
La inseguridad e incluso desesperación que una crisis genera puede ser apropiada y conducida hacia objetivos políticos por la izquierda o por la derecha, en dependencia de la lectura correcta o incorrecta que hagan las fuerzas en pugna, de las acciones concretas y de la capacidad del liderazgo.
En la crisis actual no ha sido relevante hasta el momento, la resistencia a los efectos y políticas asociadas a ellas, a pesar del fuerte impacto en el empleo y el costo social que ha alcanzado. La huelga general en España el 29 de septiembre y las manifestaciones francesas contra la política fondomonetarista de ajuste fiscal, son noticias a seguir, pero simultáneamente se fortalece la derecha en Estados Unidos y Europa, mientras que en América Latina se desarrolla una contraofensiva imperialista contra los gobiernos de la ALBA.
En Estados Unidos el Tea Party avanza en el control del Partido Republicano, en la proximidad de unas elecciones donde se espera un fuerte voto de castigo a Obama y la expresión electoral del giro a la derecha de masas norteamericanas a los que el desempleo, la extensión de la pobreza y la pérdida de la vivienda están desplazando hacia la derecha.
Tea Party es un peligroso conglomerado donde se mezclan la ignorancia, el primitivismo político con la intolerancia, los prejuicios y la creencia ciega en ser el pueblo elegido para conducir el mundo.
Su ideología es una mezcla fascistoide que incluye unir la Iglesia y el Estado, eliminar los subsidios por desempleo, expulsar los inmigrantes, eliminar las ayudas para personas discapacitadas, considerar que la masturbación es equivalente al adulterio y, por supuesto reducir los impuestos, desmantelar el “gran gobierno” y destruir por la fuerza a la conspiración islámica-china-rusa que obstaculiza el dominio mundial.
Europa muestra tendencias en similar dirección. Se señala que en Alemania un partido racista y xenófobo podría alcanzar el 15% de los votos. En Italia la Liga Norte posee fuerza. En Holanda y Suecia a pesar de sus tradiciones de tolerancia, partidos racistas han llegado al Parlamento. En Francia se ha expulsado a miles de gitanos hacia Rumanía y Bulgaria, países miembros de la Unión Europea.
El movimiento altermundialista del Foro Social Mundial ha perdido fuerza y se encuentra atravesado por pugnas entre ONG’s de países del Norte financiadas por intereses políticos nada interesados en lograr un mundo mejor, y movimientos sociales con posiciones de lucha anticapitalista, en especial en América Latina.
La lucha en Francia y España contra el ajuste fiscal neoliberal en la época del neoliberalismo desprestigiado, puede marcar el inicio de un ascenso en la resistencia popular.
Parece mediar un cierto período entre el estallido de las crisis y la aparición de la movilización social frente a ellas, como si fuera necesario que el desempleo, la inseguridad y la desesperanza ahondaran lo suficiente para lanzar a las personas a la protesta y la movilización social. Así ocurrió en los años de la Gran Depresión, pues no fue hasta 1932-33, tres años después del estallido de la crisis cuando apareció la presión de “los de abajo”.
Para luchar por un mundo mejor, para dejar atrás al capitalismo, la especie humana tiene que sobrevivir y el planeta debe ser salvado. Para que los humanos sobrevivan hay que parar la amenaza de guerra nuclear y para salvar el planeta debe cesar la agresión de mercado contra la naturaleza.
Frenar la amenaza de guerra nuclear es en lo inmediato desactivar el plan de agresión a Irán con la participación de Israel y en lo mediato, cortar el gasto militar que se combina de modo perverso con la declinación de la economía norteamericana, para sostener dos equilibrios de terror: el financiero y el militar. Y para despilfarrar inmensos recursos en máquinas, tecnologías y bombas para matar.
1) Michel Chossudovsky and Andrew Gavin Marchall. The Global Economic Crisis. Global Research. 2010. Pág. 47-48.
2) Michael Hudson: The “Dollar Glut”. Finances America’s Global Military Build Up. En The Global Economic Crisis. Capítulo 10.
POR LA DEFENSA DE LA VIDA Y LA TIERRA
CONTRA EL ARABE INVASOR
Nuevamente se han unido las Fuerzas Armadas de Honduras, la Policía Nacional y el ejército particular de Miguel Facussé para hacer valer la fuerza sobre el derecho, al menos cuatro (4) campesinos que defienden su tierra, al amparo del derecho que les ha otorgado el Instituto Nacional Agrario (INA), han sido asesinados con balas provenientes de los mercenarios que conforman la guardia del tristemente célebre Facussé, en la finca El Tumbador, departamento de Colón.
Las Fuerzas Armadas han comenzado a militarizar la zona del Aguan, desde La Ceiba hasta Trujillo hay retenes y el ejército, al igual que los sicarios de Miguel Facussé, con pasamontañas y en carros civiles 4X4 se pasean por toda la zona, y aun en el centro de la ciudad de Tocoa, en clara señal de amedrentamiento a todo aquel o aquella que ose apoyar a los (as) campesinos (as) organizados (as).
Se ha vuelto a disparar la estrategia mediática, el ministro innombrable, sobrino de Gustavo Álvarez, señala “la necesidad de proteger a la población”, el inequívoco ministro de defensa Marlon Pascua dice que moverán a las Fuerzas Armadas hacia la Zona del Aguán “a solicitud del ministerio de seguridad” y el loro del golpe, Renato Álvarez, aparece como el conciliador entre los intereses del dictador de la economía nacional, Miguel Facussé, y los funcionarios udeistas del INA.
Todo es una farsa que continúa dejando una estela de muertos, solamente del lado de los pobres. La guerra se libra lejos de Tegucigalpa, muy lejos de Las Lomas del Guijarro. Las batallas se suceden intermitentemente a 600 kilómetros de donde se tomas las decisiones.
Debe ser la hora en que las decisiones sean tomadas por los mismos afectados, es el momento de la emancipación, basta de aceptar “la línea de Tegucigalpa”. Campesinos de Colón y Atlántida, miembros del MUCA, del MCA, de la CNTC, de la ANACH, únanse y decidan quehacer por su propia cuenta, quien no esté con Ustedes tendrá que estar en el vagón de cola, incluyendo a la dirigencia del FNRP.
Hacemos un llamado ¡URGENTISIMO! a las organizaciones con vínculos internacionales para que denuncien esta barbarie del gobierno, los militares y la empresa privada de Honduras en contra de campesinos (as) que luchan por su Derecho a la Alimentación mediante la producción agrícola.
Tegucigalpa, 16 de noviembre de 2010
Foro Agrícola de Honduras
FA
Este es un grupo de correos de amigos de la Organizacion Politica Los Necios. Creemos en el debate, en el ejercicio de opinar y difundir pensamiento revolucionario, sentimiento humano. Tambien para hacer acopio de ideas, observaciones, criticas y pensamientos que contribuyan con la construccion de una nueva sociedad hondureña y centro americana, que a la vez nuestra luz crezca y se comparta con el mundo.
¡Venceremos!
¡Necedad!
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