SOFRENEMOS LAS BESTIAS

Cuando vemos lo que está sucediendo en Honduras, nos damos cuenta que ésto puede suceder en cualquier país de Latinoamérica donde los gorilas están al mando de los destinos de la nación. Ello nos hace recordar que hay que tomar nota y recordar el desfile de la Tandona en la campaña electoral y nos hace enfáticamente seguir demandando su juicio a nivel internacional por los crímenes de lesa humanidad contra nuestro pueblo cometidos por el sicariato tandónico dirigido por el narco Cristiani.
El pueblo salvadoreño no puede olvidar la cruenta guerra que arrancó la vida de 120.000 salvadoreños y todo desmán de los militares debe ser contestado con la misma dureza con que el pueblo los derrotó en la guerra.
Los golpes de estado deben ser basura de la historia y no lodazal del presente, las gorilocracias son cosas de siglos pasados y probado está que no sirven, sino para asesinar y robar los bienes del pueblo, sin embargo; los golpes de estado de nuevo tipo, los obamiscos-hillariscos, tienen la característica de darlos en el legislativo y en el Judicial, para después decapitar de un solo tajo al ejecutivo tratando de esta manera de presentarlos al mundo como algo jurídico, aun cuando la jurisprudencia no pasa de un sucio papel con el cual los yanquis se limpian el trasero.
Con la llegada de Obama se revive el Macartismo del siglo pasado y la guerra fría-caliente contra Latinoamérica toma un impulso como nunca se había visto desde la crisis cubana. El mundo creyó de forma ingenua que con el cambio de piel se iban a cambiar las políticas imperialistas, que con la caída de la tesis neoliberalista se iba a reconocer que la empresa privada es la peor distribuidora de riquezas, y se iba a recompensar al pueblo por la caída de la bolsa. Todo lo contrario sucedió: socializaron pérdidas y capitalizaron ganancias dejando a millones de estadounidenses sin hogar, sin ahorros y hundiendo la economía del planeta.
Latinoamérica corre el peligro de una guerra frontal contra el imperialismo. Este, encontrándose en el crack up económico más duro de su historia explotadora, busca apropiarse de los recursos naturales de Latinoamérica en especial y de otras regiones del mundo en particular, y maniobra con todas sus fuerzas e intrigas posibles sin importar para ello la destrucción del medio y de cientos de miles de vida de pueblos desprotegidos.
El liderazgo latinoamericano tiene que tener claro de que no se debe ni se puede ceder una pulgada, el enemigo empuja y sólo fundando el Ejército Revolucionario Latinoamericano seremos capaces de disuadir el aventurerismo enemigo o de enfrentarlo en otras situaciones. Por otro lado, Latinoamérica debe de fundar su propio banco con su propia moneda y organizarse como un todo único y sólido para defender su soberanía amenazada por la riqueza de sus recursos nacionales.
En la actualidad los ataques abiertos van dirigidos contra Venezuela, órdenes de magnicidio contra nuestros líderes fueron dadas desde hace ratos, lo cual no significa que solo Venezuela está en peligro. La agenda pirata de los Estados Unidos apunta a toda Latinoamérica y no a un país y región en particular por lo cual dicha agenda debe de ser contestada con puños cerrados y de forma unánime.
Honduras, por otro lado; ha dejado al descubierto la ambigüedad de la política norteamericana: derrocan a un presidente por intentos de revisión de la constitución y permiten que un narco de la noche a la mañana reforme la constitución del país y se recete la reelección por tercera vez, lo cual es el caso de Colombia lo cual asegura para el imperio el montaje de siete bases militares que descaradamente montan para atacar a Sur América.
Por otro lado, se confirma y se reafirma la naturaleza criminal de las fuerzas armadas del viejo horno las cuales agazapadas por los golpes bajos del pueblo, esperan la oportunidad para seguir en su orgia permanente, por supuesto apoyadas por el imperialismo y las oligocracias nacionales, de las cuales pocas van quedando en Latinoamérica.
Es por otro lado, absurdo pensar que el regreso de Zelaya es la solución de la problemática hondureña, de la cual como latifundista es parte del mismo, sin embrago; puede llegar a ser parte de la solución. Enrique Álvarez Córdova es un caso similar pero diferente. El Ing. Álvarez Córdova era miembro del Clan de las 14 familias explotadoras salvadoreñas, se unió al proceso revolucionario, repartió sus haciendas (El Jobo) las cooperativizó y murió por la causa, lo cual no significa que la muerte de Zelaya sea necesaria o que la deseamos, sino que reparta sus tierras si quiere que le crean.
A esta hora cuando escribo este artículo, un candidato a diputado ha sido asesinado, los gorilas están frente a la Universidad Pedagógica tratando de detener lo indetenible, los golpistas decretan el estado de sitio para cuarenta y cinco días, cierran Canal 36 y Radio Globo, encarcelan periodistas, masacran al pueblo, dinamitan las antenas de La TV mencionada, rompen relaciones con España, irrespetan la diplomacia y el derecho internacional, saquean las arcas de la nación, amenazan la Embajada de Brasil y otras embajadas solidarias con el pueblo, impiden la entrada de la OEA y delegados de la ONU y siembran el caos general en la vida del pueblo hondureño, sin embargo; hay que enfatizar que nada de esto sería posible sin el apoyo desacrado de los imperialistas a los gorilas hondureños.
La Resistencia Hondureña debe de crear sus propios medios de comunicación, sus Radio Clandestinas de Onda Corta, sus medios de aprovisionamiento logístico, golpes de mano a los medios enemigos, colectivos de solidaridad a nivel nacional e internacional que busquen el apoyo público de gobiernos amigos e instituciones democráticas y en lo interno: Mantenerse, desarrollarse y pasar a otros niveles de lucha.
SOFRENEMOS LAS BESTIAS, LUEGO DESHAGAMONOS DE ELLAS COMPLETAMENTE.
Ponciano Montañés y Ermitaño
Monje Trapense.